Las matas de L'Albufera, las típicas islas flotantes formadas por plantas subacuáticas del parque natural y ancladas al fondo sólo por la vegetación, que habían sido arrancadas y desplazadas durante los últimos temporales que han azotado a la Comunidad Valenciana, viajan de nuevo a su lugar de origen. Durante la última ola de viento y frío, dos trozos de unos 8.000 metros cuadrados (como un campo de fútbol) de estos islotes vegetales, ubicados en principio en la mata de San Roque y en la mata del Fang, dos ecosistemas valiosísimos para las aves protegidas del enclave natural, fueron arrastrados hasta la gola de Puchol. Ayer, el Ayuntamiento de Valencia procedió a trocearlos y remolcarlos hasta sus lugares de origen para allí anclarlos mediante pilotes de madera clavados en el fondo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de noviembre de 2001