Los mercados de valores mantenían ayer sus constantes vitales en medio de un ambiente cada vez más negativo. El panorama económico empeora de día en día y las festividades en Estados Unidos -ayer la Bolsa cerró tres horas antes de lo habitual- tampoco han ayudado a los inversores a tomar decisiones.
La mayoría de los analistas asumió las últimas revisiones a la baja en el crecimiento económico y ahora se toman un tiempo para efectuar las proyecciones sobre los movimientos de la Bolsa. Los inversores, sin embargo, hacían de abogados del diablo mediante una simple regla de tres: si durante todo este año se ha estado esperando la recuperación y ha llegado la recesión, las expectativas de menor crecimiento al año que viene darán lugar a equis.
La pasividad del mercado tuvo como contrapunto el esfuerzo de los valores bancarios por recuperar terreno, algo que consiguieron mediante una razonable absorción de papel. Telefónica perdió gas y puso la nota negativa de la sesión, en cuanto a los grandes valores se refiere. El resto vive con lo puesto, que, en este caso, son sus resultados y las expectativas de cada uno para los meses venideros.
Al final, el Ibex 35 ofrecía un avance del 0,30%, que, en el conjunto de la semana, no consigue equilibrar las cuentas y termina cediendo el 0,06%.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió a 1.600 millones de euros, 266.245 millones de pesetas, de los que más del 30% corrieron a cargo de Telefónica debido a una operación institucional sobre ocho millones de acciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de noviembre de 2001