Gaztelupeko Hotsak, la discográfica guipuzcoana que acaparó todas las nominaciones a la Mejor Canción en Euskera en los últimos Premios de la Música, otorgados por la SGAE, continúa buscando talentos. Recientemente, ha fijado su atención en las nuevas composiciones de Onddo, cuyo estreno se titula Errepideak ez ditut maite, y de Txuma Murugarren, quien ha puesto en circulación Hegazkinen arima, su segundo disco en solitario. En ambos casos el repertorio está cantado en euskera y encaja en el ancho saco del pop rock.
El trabajo del cuarteto navarro Onddo abarca 45 minutos gracias a diez muestras de pop rock guiadas mayormente por ritmos cansinos, de vocación indie. El guitarrista Joseba Irazoki es quien comanda un cuarteto afincado en Bera de Bidasoa, que lo mismo disfruta con la distorsión de las guitarras, que creando ambientaciones más densas, con ayuda de teclados y ritmos programados o arreglos de saxofón.
Txuma Murugarren ha plasmado en Hegazkinen arima una propuesta de pop rock más accesible, más ortodoxa y construida con melodías más frescas y nítidas, menos recargadas, que las de sus nuevos compañeros de sello. Aunque la guitarra eléctrica de quien comandara Sasoi Ilunak en tres álbumes es lo que marca el desarrollo de 11 temas que, envueltos en humo y vapores etílicos, hablan de la cautivación que provocan las lolitas, de recuerdos adolescentes, de soledad y humildad y del contraste de la vida en el campo y la ciudad.
La producción del disco corre por cuenta de Rafa Rueda, guitarrista de PiL.T., quien también contribuye con coros y con su destreza en el manejo de las seis cuerdas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de noviembre de 2001