El legendario promotor Norman Granz, conocido como la conciencia del jazz en los años cuarenta y cincuenta, falleció el pasado jueves a los 83 años en su casa de Génova, víctima de un cáncer, según informaron ayer fuentes cercanas al fallecido. Granz, que fue el manager de Ella Fitzgerald, alcanzó gran relevancia por los conciertos y grabaciones que promovió de figuras como la propia Fitzgerald, Louis Armstrong, Count Basie, Charlie Parker o Billie Holiday.
"Fue un gran hombre", declaró ayer su amiga y publicista radicada en Los Ángeles Virginia Wicks. La portavoz destacó el gran poder que tuvo Granz, especialmente en los años cuarenta y cincuenta, y la relevancia que consiguió imprimir al jazz tanto en los pequeños clubes como en grandes auditorios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de noviembre de 2001