La decisión salomónica de la Consejería de Educación al designar una única educadora social para dos de los colegio públicos de Chiva ha vuelto a desatar la indignación de la comunidad escolar. El colegio Francisco Martínez Culla tiene necesidad de una educadora especial para una alumna con problemas físicos y psíquicos mientras que el Doctor Corachán, que hizo una movilización social a finales de octubre, necesita una profesora de apoyo para una alumna minusválida con espina bífida pero sin problemas de aprendizaje. Ambos centros contaron con la aprobación del inspector de zona, Carlos Abad, pero con el inicio de curso consejería solamente ha creado una plaza de educadora especial para ambos colegios. La alumna del Martínez Culla, que necesita una dedicación total, solamente podrá tener a su cuidador las dos horas de la tarde y la del doctor Corachán por las mañanas, por lo que durante media jornada ambas estarán desatendidas. Ante esta situación las AMPAS de ambos colegios iniciarán una serie de movilizaciones las próximas semanas. El concejal de educación, Héctor Seijas, considera un 'engaño' la actitud de consejería y de la inspección y pide dos profesores distintos para atender el problema.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de noviembre de 2001