Varios cientos de personas recorrieron ayer las calles del centro de Valencia para reclamar el reconocimiento legal del lenguaje de signos que utilizan las personas sordas como lengua minoritaria para lograr su integración social efectiva.
La marcha se cerró con la representación de una obra teatral en la plaza de la Virgen. Amparo Minguet, presidenta de la Federación de Personas Sordas, leyó un comunicado en el que reclamó al Gobierno 'un acuerdo oficial' al margen de ciertos gestos que 'han ido cambiando' la situación en los últimos años. Minguet afirmó que 'la lengua de signos elimina las barreras de comunicación y garantiza el pleno derecho a la información y a la comunicación' de las personas sordas. Además, dijo, 'propicia la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, al empleo y a la participación social'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de noviembre de 2001