España, que a las once de la mañana estaba almorzando y a las cuatro de la tarde jugando un partido oficial de clasificación, concluyó un día atípico en Dinamarca con el más típico de los panoramas en los últimos tiempos: esfuerzo, sacrificio, victoria y, una vez más, ejemplar imagen de equipo ante los daneses. Segunda victoria fácil en el preeuropeo tras la paliza propinada a Rumania en Arganda.
La selección eligió el camino más seguro para salir de Copenhague con el botín en vista de que Dinamarca venía de cuajar un buen partido en Israel. Once puntos separaron a los hombres de Charly Barnes del triunfo en Tel Aviv y los partidos en casa son su gran esperanza para acudir al Europeo de Suecia.
DINAMARCA 66| ESPAÑA 96
Dinamarca: Jensen (9), Drejer (24), Langvad (0), Larsen (5), Andersen (13); Sorensen (3), Sinding (2), Thuesen (8) y Soren Hansen (2). España: N.Rodríguez (8), Lucio Angulo (4), Paraíso (15), Alfonso Reyes (16), Garbajosa (14); Dueñas (9), Navarro (20), Berni Rodríguez (3), Marco (3) y F.Reyes (4). Árbitros: Grievink (Holanda) y Ozols (Letonia). Unos 2.000 espectadores en el pabellón KB Hallen.
Lo primero que necesitaba España para llevar a cabo el plan era entrar en calor sobre la pista del frío pabellón danés, con pocos grados en el ambiente y la típica seriedad del público. Lo segundo, bajarle los humos a la gran revelación del equipo local, un chico de diecinueve años que responde al nombre de Christian Drejer, juega de alero y ha despertado el interés del Maccabi Tel Aviv y también del Fórum Valladolid. El descaro de este talentoso jugador animó a Dinamarca en el arranque, pero sólo para retrasar lo inevitable. A los cinco minutos, Drejer añadía el noveno punto a su cuenta con un triple y colocaba el marcador en un ficticio 13-15. Nunca más vieron de cerca a España: el primer cuarto terminó 30-14.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de noviembre de 2001