1. Por si era poco lío adaptarse al euro, el Gobierno ha decidido introducir una nueva unidad de cambio a partir del 1 de enero: la gasolina. Sube cuatro pesetas por litro para pagar la sanidad. 'Mire, que tengo mal el riñón, y no orino bien'. Te operan y te dicen que pases por caja: 'Le va a salir esto por un pico: doscientos litros de eurosúper y quince de gasóil'. Con lo que sobre, se puede uno quemar a lo bonzo en protesta por las listas de espera.
2. Que vayan con cuidado los estudiantes: no es descartable que este Gobierno se manifieste contra ellos. Después de años de hacer oposición a la oposición, ¿por qué no manifestarse contra los manifestantes? 'Estudiantes, cabrones, trabajar como peones'. Podría desfilar el Gobierno en pleno por las calles de Madrid, o cortar el tráfico de una autopista: 'Y luego diréis / que somos cinco o seis'. Es verdad: este Gobierno parece que está formado sólo por cinco o seis, porque hay nueve o diez que no dan ni clavo, pero son diecisiete. 'Ya que sois tan listos, estudiad para ministros', corearía el Gobierno en pleno, exigiendo la inmediata retirada de los rectores y el repliegue de los estudiantes a sus aulas.
En seis meses solucionaremos lo de Gibraltar. Otro punto del territorio nacional desde el que intimidar a Marruecos
3. ¿Ya han pensado estos estudiantes que nunca llegarán a sucesores de Aznar? Porque ya ha explicado Aznar que él, cuando estaba en la Universidad, se dedicaba a estudiar, y, como todos los grandes líderes, eleva su comportamiento a categoría de doctrina. Por ahí lo ha dicho varias veces: 'Los estudiantes deben estudiar'. Yo creo que no es nada personal contra los estudiantes. Es resultado de la lógica aznaril: el agua, moja; el perro, ladra; el estudiante, estudia. Después de ése, hubo otros capítulos de Barrio Sésamo, pero se ve que Aznar no los vio: estaría estudiando.
4. Y sí, Zapatero ha sucumbido a las presiones y se ha puesto duro: sonríe mucho menos. Repaso las fotos en los periódicos del martes, al día siguiente de la conferencia de prensa en la que acusa a Aznar de huir del Parlamento y renunciar a su dignidad por el caso Gescartera: ni media sonrisa, y la mandíbula apretada. En alguna de esas fotos, si se le dibuja una capa y se le pone un casco de vikingo, con cuernos, parece Zapatero uno de esos campeones de lucha libre, que quieren mostrar cara fiera y les sale medio chusco. Píntesele también un bocadillo de tebeo: 'Grrr, ya me comí a Rato, ¿alguien más quiere pelea?'.
5. Éxito de Piqué Nodoyuna: en seis meses solucionaremos lo de Gibraltar. Otro punto del territorio nacional desde el que intimidar a Marruecos. Con lo que hemos aprendido de submarinos nucleares en este año, que tiemblen. Menudo es Piqué cuando se pone diplomático.
6. El cardenal Rouco denuncia una profunda crisis de fe y moral en España. Y tanto, cardenal, ¡y tanto! Si nos creemos lo que publican los periódicos, la crisis es hondísima: ahí está el caso del ecónomo de Valladolid, sin ir más lejos, enredado en Gescartera. Si así se comportan ministros de nuestro Señor, qué se puede esperar de los que ya derrotamos a golfillos de natural. Pues una crisis espiritual bárbara. Ánimo, cardenal: hay mucho por hacer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 25 de noviembre de 2001