El candidato opositor a la presidencia de Honduras, Ricardo Maduro, de 55 años, de perfil empresarial, derrotará al oficialista Rafael Pineda, de 71 años, por cerca de diez puntos en las generales de ayer, según los primeros sondeos a pie de urna. Ambos pertenecen a los dos partidos derechistas hegemónicos en el país.
Poco después del cierre de las urnas, el partido de Maduro reclamaba la victoria por 14 puntos sobre su oponente, un resultado refrendado por los primeros sodeos.
Los hondureños, de acuerdo con los sondeos de opinión, votaron a sabiendas de que hay más populismo que verdad en las ofertas para abatir la pobreza y la delincuencia. Rafael Pineda, maestro, aspirante del gubernamental Partido Liberal (PL), casado y con cuatro hijos, es presidente del Congreso y durante la campaña proclamó su meta: "Quiero convertir a Honduras en una gran escuela para convertirme yo en su director". Pineda es hijo de campesino indígena y madre criolla, y debió trabajar duro desde muy joven, según su biografía oficial, para cursar estudios superiores. Político tradicional, fue nombrado ministro de Educación, en 1981, por el general Policarpo Paz, militar golpista que franqueó un pluralismo hostil a la consolidación de terceras fuerzas.
Rafael Maduro, empresario de éxito afiliado al Partido Nacional (PN), hizo campaña de luto, en duelo por el asesinato, hace tres años, de su único hijo varón en un intento de secuestro. Las pandillas de delincuentes, una auténtica plaga, agrupan a unos 30.000 jóvenes, y ponen en jaque a la policía y a los seis millones de habitantes del país, todavía convaleciente de los fracasos gubernamentales y del huracán Mitch, en 1998, que causó más de 5.000 millones de dólares en pérdidas. Maduro ofrece pericia como gerente, y ayer resumió los dos principales problemas de sus compatriotas: "Voto contra la delincuencia y la pobreza".
Honduras, el tercer país más pobre de América, culminó la elección de su sexto presidente civil tras dos décadas de regímenes militares, y después de que, la madrugada del sábado, Ángel Pacheco, candidato opositor a diputado en una ciudad sureña, fuera asesinado. Anoche, cuatro activistas liberales fueron detenidos como sospechosos de este crimen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de noviembre de 2001