Advanced Cell Technology, una empresa de investigación genética de EE UU, ha anunciado que ha clonado por primera vez con éxito un embrión humano. El experimento, que ha usado una técnica similar a la empleada con la oveja Dolly, no tiene como objetivo la duplicación de un ser humano sino extraer del embrión clonado células madre (capaces de convertirse en cualquier tejido del organismo) para su empleo en el tratamiento individualizado de enfermedades, como la diabetes juvenil o el Parkinson, sin producir rechazo en el paciente (clonación terapéutica). Incluso con esta salvedad, el ensayo de Advanced Cell Technology ha despertado el debate político internacional sobre la clonación humana.
El anuncio de la compañía Advanced Cell Technology constituye la primera confirmación oficial de un experimento de clonación de un embrión humano culminado con éxito. La compañía de Massachussets aseguró que su única intención es desarrollar tratamientos "hechos a medida" para personas que sufren enfermedades de todo signo, desde Parkinson hasta diabetes.
La clonación terapéutica es una técnica, prohibida por ley en España, por la que se transfiere el núcleo de una célula cualquiera (en este caso de piel) del paciente y con ella su carga genética a un ovocito al que se ha eliminado previamente el núcleo. De esta forma, es posible generar un blastocisto genéticamente idéntico al paciente (un blastocisto clónico), que se utiliza para conseguir células madres embrionarias. Las células madre (que tienen la capacidad de convertirse en cualquier tejido) se diferencian en laboratorio para dar lugar a células o tejidos necesarios para el trasplante al propio paciente, que al ser totalmente compatible elimina cualquier riesgo de rechazo.
Michel West, uno de los más altos responsables de ACT y también uno de los investigadores a cargo del proyecto, reconoció que el embrión creado en este proyecto podría haber llegado a convertirse en un ser humano si lo hubieran implantado en el útero de una mujer, aunque asegura que tomaron "medidas extremas para garantizar que de esta tecnología no surgiría un clon humano".
"No es una vida humana"
West entró en el debate ético con esta garantía: "Las entidades que estamos creando no son individuos, ni científica ni biológicamente. Es sólo una vida celular. No es una vida humana", aseguró en la cadena NBC. Las leyes de EEUU prohíben el uso de fondos públicos para las investigaciones sobre clonación de seres humanos, aunque la empresa ACT es enteramente privada.
El presidente, George W. Bush, permitió este verano las investigaciones en células embrionarias pero sólo de las 64 líneas creadas antes del 11 de agosto, lo que en la práctica entorpecía el desarrollo científico de esta técnica. La Cámara de Representantes también promovió una ley para ilegalizar cualquier experimento que implique la clonación de embriones incluso en investigaciones terapéuticas, con multas de hasta un millón de dólares y 10 años de cárcel para quienes lo intenten. Sin embargo, el debate está estancado en el Senado y el texto nunca llegó a convertirse en ley.
Robert Lanza, vicepresidente de ACT y uno de los más activos defensores de la clonación terapéutica, aseguró que su intención "no es crear seres humanos sino desarrollar terapias que permitan salvar la vida a pacientes afectados por un amplio número de enfermedades, entre ellas diabetes, infartos, cáncer, sida o dolencias degenerativas como Parkinson o Alzheimer". Según la explicación de la empresa, el óvulo comenzó su desarrollo como si hubiera sido fecundado. Es la misma técnica empleada en la clonación de ovejas y monos, sólo que en vez de impulsar el crecimiento "humano" del embrión se permite únicamente el desarrollo hasta "un estado embrionario", según la explicación de la compañía.
En todo caso, la investigación se encuentra sólo en una fase preliminar, aunque "los resultados demuestran que la reprogramación de células humanas es posible", dicen los responsables del experimento. El estudio espera lograr que en el futuro los pacientes de una enfermedad sean su propia fuente de tejidos para trasplantes.
Críticas políticas
La reacción política en EE UU al anuncio de Advanced Cell Technology (ACT) fue inmediata. Casi todas la voces centraron sus críticas no tanto en la clonación terapéutica (una técnica que goza del beneplácito de gran parte de los científicos y que en el Reino Unido está autorizada incluso con fondos públicos), sino en la posibilidad de que a partir de este avance prospere la clonación reproductiva. Aun así, numerosos republicanos dieron ambas técnicas por iguales y prometieron "hacer lo posible para impedir que prosiga la clonación de seres humanos", como dijo el congresista Richard Shelby.
En esta línea generalista se expresó también la Casa Blanca, que recordó su oposición a la clonación humana. Los demócratas, más cautos, reconocieron estar "algo desconcertados". "Aunque creo que el experimento va en una dirección incorrecta", dijo el líder de la mayoría en el Senado, Tom Daschle. El Vaticano, tras expresar su condena a toda clonación y a la destrucción de embriones, señaló que le faltaban datos sobre el experimento.
En España, el presidente del comité científico de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, aplaudió ayer el trabajo científico que ha permitido al laboratorio estadounidense clonar por primera vez un embrión humano para desarrollar tejidos para trasplantes, informa Europa Press.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de noviembre de 2001