Las concentraciones silenciosas contra el terrorismo se repitieron ayer de nuevo, en esta ocasión para protestar por el asesinato a manos de ETA, el pasado viernes en Beasain, de dos agentes de la Ertzaintza, Ana Isabel Arostegui y Francisco Javier Mijangos. La Generalitat, las tres diputaciones valencianas y muchos ayuntamientos, así como las universidades y algunas organizaciones ciudadanas volvieron a convocar cinco minutos de silencio, que se han convertido ya en una triste reiteración. En la imagen, un momento de la concentración celebrada ante el Ayuntamiento de Valencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de noviembre de 2001