La actividad notarial en España será más ágil a partir del año que viene gracias a una reforma que aprobó ayer el Ministerio de Justicia. Los cambios, que se incluirán como enmienda en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, pretenden adaptar la labor de notarios y registradores a las nuevas tecnologías. La principal novedad, inédita en Europa, radica en la escritura pública electrónica. Este sistema permitirá que un usuario pueda mandar una escritura a otro sin necesidad de enviar el documento físico, simplemente con que el texto viaje a través de las pantallas de los notarios.
Esta iniciativa, que actualmente estudian Francia e Italia, aún no se ha implantado en otros países europeos por la desconfianza que generan los trámites por Internet. Sin embargo, las casi 3.000 notarías que existen en España aplicarán este sistema con todas las garantías, según fuentes del sector.
Otra novedad de la reforma, que estará vigente a principios de 2002, consiste en flexibilizar la elección de registrador de la propiedad por parte del ciudadano, aunque seguirá sin ser libre. Un usuario podrá pedir que se le asigne otro registrador si el que le corresponde no realiza la gestión en el tiempo establecido (15 días). En ese caso, el notario tendrá tres días para calificar. Toda operación fuera de plazo estará penalizada con una reducción del 30% de los honorarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de noviembre de 2001