El Grupo Popular del Senado ha incluido en sus enmiendas a los Presupuestos de 2002 las subidas de los impuestos sobre carburantes y alcohol. En el caso de las gasolinas se trata de una nueva tasa de al menos 0,024 euros por litro, mientras que para las bebidas alcohólicas, la subida media es del 8% sobre el impuesto especial (5,75% para la cerveza).
El portavoz socialista, Juan José Laborda, lo calificó de 'inconstitucional' porque 'no se puede crear un impuesto mediante una enmienda'. Explicó que el hecho de que la enmienda se haya presentado en el Senado impide que el Congreso, cuando dé el visto bueno final a los Presupuestos, pueda introducir modificaciones, ya que debe limitarse 'a decir sí o no'.
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Los senadores socialistas acusaron al Gobierno de aprovechar la rebaja de los precios de los carburantes para aumentar los impuestos y alertaron del riesgo de que el mercado se dé la vuelta.
El senador popular Damián Caneda defendió las nuevas tasas con el argumento de que la fiscalidad de los carburantes se ha mantenido congelada en los últimos tres años y porque la carga tributaria es un 25% inferior en España a la media europea. Aseguró que el estado de ingresos de los Presupuestos del Estado no se verá alterado, porque la recaudación prevista (136.000 millones de pesetas) se transferirá a las comunidades autónomas.
La nueva tasa de carburantes, con un tramo nacional y otro autonómico, tiene como objetivo financiar la sanidad, según el PP. El estatal se aplicará en cualquier caso y ya desde el 1 de enero, mientras que ninguna comunidad, salvo Madrid, ha dado signos de que vaya a imponer una subida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de noviembre de 2001