Torquato Cardilli, embajador de Italia en Arabia Saudí, acaba de demostrar en la práctica que la actual guerra contra el terrorismo internacional no es una guerra de religiones.
Cardilli, de 59 años, representante en Riad de uno de los países que más han apoyado la coalición internacional contra el terrorismo y la guerra de Afganistán, se ha hecho musulmán al año de llegar a Riad, en vísperas del inicio del Ramadán, el pasado 16 de noviembre. La noticia, que ha causado estupor y cierta incomodidad en el Ministerio italiano de Exteriores, fue publicada por dos diarios saudíes y reproducida ayer por la prensa italiana, sin que el principal interesado haya querido confirmarla ni desmentirla.
Roma ha convocado a toda prisa a Cardilli, apodado ya por algunos funcionarios de Exteriores el Lawrence de Arabia all'amatriciana , para conocer los detalles del cambio de fe. Según los diarios saudíes Okaz y Al Riad, Cardilli tomó la decisión de abrazar el islam tras un viaje de incógnito a La Meca (ya que los infieles lo tienen prohibido). El embajador, que en la fotografía publicada ayer luce el aspecto de un actor napolitano de la posguerra, había demostrado siempre interés por el mundo musulmán, licenciándose en Lenguas y Cultura orientales y en Ciencias Políticas de Oriente. Un interés que condicionó sus destinos diplomáticos, porque Cardilli inició su carrera como segundo secretario de embajada en Jartum, y fue ascendiendo por el escalafón mientras recorría Damasco, Bagdad, Trípoli y La Haya antes de ser nombrado embajador en Tirana, Dar es Salam y, finalmente, en Riad. Lo curioso es que Cardilli es el segundo embajador italiano en Riad que se convierte al islam.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de noviembre de 2001