La Feria del Libro de Almería ha rendido en su ecuador tributo a la poesía y a uno de los autores más prolíficos en el ámbito almeriense, Alfonso López Martínez (1932-2001). El poeta 'marginal' y 'controvertido', autor de Romancero flamenco (1973), Temas flamencos (1982), Con tu voz y mi acento (1984) Estrofas bucólicas (1988) y Romances, cuentos y sonetos (1994), entre un sinfín de títulos, contó anoche con el homenaje de sus más allegados.
Especialista en sonetos, quintillas y romances, López Martínez paseó su talento poético 'sin ruidos ni ostentaciones', tal y como reseñó su amiga y albacea Carmen García Mora. 'Era un hombre con carisma y amigo de pocas cosas. Pero no era una pose, sino un sentimiento', aseguró.
El autor de Almería, peteneras y tarantos (1992) deja tras de sí una de las tertulias literarias de mayor solera celebradas en la capital desde su fundación, en 1985: la tertulia El Aljibe.
A través de este encuentro de poetas 'grandes y chicos', el escritor quiso establecer un foro donde poder leer algún verso. Su crítica incisiva al letargo cultural almeriense -'Almería pare muy buenos hijos, pero es muy mala madre', solía decir- mantuvo al autor 'apartado' de los ámbitos de notoriedad literarios. 'Alfonso será uno de los poetas que quede en Almería. Él ha sido insobornable, escribía mucho y muy bien. La asignatura pendiente es la inmensa obra inédita que deja tras su muerte', concluyó Carmen García Mora.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de noviembre de 2001