El Comité Ejecutivo Nacional del PP ofreció ayer el escenario adecuado al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para explayarse sobre la necesidad del aumento del impuesto de las gasolinas aprobado en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera. Ese debate fue largo porque se aprovechó para criticar la actitud "desleal" del PSOE e "inadmisible" también de CiU por su oposición ahora ante ese tributo cuando se les atribuyó que estaba pactado antes del verano. PSOE y CiU niegan tal extremo. El secretario general del PP, Javier Arenas, se agarró a esos argumentos para rechazar que el modelo federalista de Pasqual Maragall impuesto en el PSOE a José Luis Rodríguez Zapatero quepa en la Constitución.
La dirección del PP aprovechó para conocer un informe del coordinador de organización del XIV Congreso del partido, convocado para enero, sobre las elecciones de los más de 2.500 compromisarios a ese cónclave celebradas hace una semana. El 70% de los compromisarios son hombres, con una media de edad de 45 años. Un 12% de ellos están empleados en pequeñas industrias, comercios o son profesionales liberales; un 10% trabaja en la enseñanza y un 9% son funcionarios. El 60% ostenta cargos públicos (47% en el ámbito local); hace tres años era el 40%.
El debate, luego, se volcó sobre el informe de Montoro sobre la subida de las gasolinas en el marco del supuesto Pacto de Financiación Autonómica. Nadie formuló críticas. Tampoco el ministro aceptó ningún fallo. Al revés. Todo fueron justificaciones para poder atacar sin resuello al PSOE por su falta de modelo de Estado. El encargado de ejecutar esa consigna fue el secretario general del PP, Javier Arenas, que acusó al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero de "deslealtad" con respecto al pacto de financiación firmado antes del verano y en el que ya se habló de la posibilidad de introducir ese impuesto sobre las gasolinas para financiar los desajustes en el traspaso de la sanidad.
Arenas destacó que ésta no es la primera vez que el nuevo PSOE "da marcha atrás" ante este tipo de acuerdos, y sacó a colación el copago de los medicamentos.
El secretario de Economía de la Ejecutiva Federal del PSOE, Jordi Sevilla, replicó poco después a Arenas en el Congreso llamándole incluso "mentiroso". Sevilla esgrimió la página 20 del acta del Consejo Fiscal de julio para demostrar que entonces únicamente se quedó en estudiar esa posibilidad. Fuentes de la dirección de CiU sustentaron también esa tesis del PSOE contra la actuación ahora por sorpresa del Gobierno al imponer en primer lugar un incremento en el tramo estatal de ese tributo.
CiU fue el partido que planteó entonces esa vía de la subida de las gasolinas, pero sólo para otorgar más corresponsabilidad fiscal a las autonomías.
Arenas, ayer, no dejó de críticar a Josep Antoni Duran, de CiU, pero sobre todo al "modelo confuso de España" de Zapatero. Le increpó por su falta de liderazgo y por haber sucumbido, eso sí, esta vez junto a todos los barones del PSOE, a las tesis federalistas de Pasqual Maragall, que ve incluso menos claras que las de Pujol. Arenas dijo que esas ideas no caben en la actual Constitución y advirtió de que su partido no aceptará una reforma de la Carta Magna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de noviembre de 2001