La red de albergues para inmigrantes tiene previsto abrir hoy la totalidad de las plazas disponibles para la campaña de recogida de la aceituna. Serán 347 camas, un 10% más que el año pasado, las disponibles en 15 municipios de la provincia para atender durante cinco días a los inmigrantes que llegan en busca de jornales en el campo. La cifra es insuficiente, según los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales, ya que se calcula que serán más de 4.000 los que se desplacen hasta Jaén.
Khalid Zaidi, responsable del departamento de inmigración de UGT-Jaén, destacó que todavía hay inmigrantes que no tienen lugar para vivir y utilizan durante las noches naves abandonadas como cobijo para dormir. Está ocurriendo en el polígono industrial de Jaén y en Úbeda, junto con la zona de La Loma.
Hasta el departamento de inmigración de UGT llegan unas 30 personas cada día en busca de información. Zaidi explicó ayer que el volumen es mayor al de años anteriores, lo que indica que son más los inmigrantes que se acercan ya para la campaña de la aceituna de los que llegaron el pasado año. Entonces se hablaba de 3.000. "Es imposible saber cuántos hay, pero desde luego más que en las campañas pasadas", resaltó Zaidi.
El responsable de Política Social de Comisiones Obreras, Juan Carlos Galiano, también manifestó que la apertura paulatina de los albergues desde el pasado día 15 está mitigando el problema de la vivienda para una parte de los inmigrantes, pero no está evitando que algunos permanezcan sin un lugar concreto en el que alojarse o con las condiciones adecuadas de habitabilidad.
Los trabajadores extracomunitarios que llegan a Jaén en vísperas de la campaña de la aceituna, que se empezará a generalizar en la provincia en los primeros días de diciembre, carecen en la mayoría de los casos de recursos económicos para acceder a una vivienda de alquiler o una pensión. En UGT se está realizando una encuesta a todos los que llegan reclamando ayudas o información y el primer dato que se obtiene es que llevan una media de tres meses sin encontrar trabajo.
Galiano resaltó que pequeños y medianos empresarios han comenzado a abrir casas para albergar a temporeros que trabajarán en las próximas semanas en sus fincas, pero destacó que es una actitud poco generalizada que en ningún caso asumen los grandes olivareros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001