La empresa francesa Systra, líder mundial en ingeniería de transporte urbano, prepara una oferta para optar a la concesión del metro de Sevilla. La propuesta consiste en una especie de consorcio que incluiría a Tussam, la empresa pública de transporte urbano de la capital andaluza.
El delegado en España de Systra, Gerard Martín, reconoció ayer en París que la idea es hacerse con la concesión de las obras de la construcción del metro. Responsables de Systra y el delegado municipal de Tráfico y Transportes de Sevilla, Blas Ballesteros, se reunieron ayer por la tarde para profundizar en los detalles de esta oferta, aunque ninguna de las dos partes confirmó este punto. La compañía francesa busca, además, la participación de otros socios españoles, como bancos que aporten financiación, grandes constructoras, empresas de ingeniería tecnológica y sociedades interesadas en la explotación.
Por la mañana, antes de sentarse a hablar de una oferta concreta, Martín y una delegación de Systra acompañaron al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y a Ballesteros a visitar el metro de la comunidad urbana de Ruán, al noroeste de Francia, que aglutina a 30 ayuntamientos con un total de 500.000 habitantes. Martín destacó que Sevilla tiene algunas similitudes con esta ciudad francesa que determinan el diseño del metro: "Un casco histórico que respetar, un río que atravesar y una capacidad de amortización limitada" por un número de habitantes más o menos parecido.
El de Ruán es un metro ligero, que cruza el centro en subterráneo, salva el río en superficie y combina una línea de metro tradicional con otra, denominada TEOR, "que es una mezcla de tranvía y bus", según Martín. Los vehículos son autobuses aparentemente normales pero que están dotados de un sistema de fibra óptica. No necesitan ni vías, ni catenarias, sino que circulan por unas plataformas especiales situadas al nivel de la calzada y que funcionan como guías ópticas que son leídas por una cámara situada junto al conductor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001