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CARTAS AL DIRECTOR

No sabemos, pero contestamos

Nos ha costado un tiempo decidirnos a escribir esta carta, porque, según las declaraciones del presidente del CIS, Ricardo Montoro que aparecieron en este diario el pasado 22 de noviembre, da la impresión de que la población española es tonta.

Y no íbamos nosotros a ser más que la media.

Dice este señor, con el aire compungido del pater familiae responsable de la inocencia de su prole, que cómo se va a preguntar a la gente sobre casos como Gescartera, que de eso no tiene ni idea la ciudadanía.

Desde luego que no la tenemos, ya se han ocupado los medios al servicio de este Gobierno de que así sea, pero que pregunten si nos interesa saber qué ha pasado realmente y verán cómo la gente no es tan ignorante como él se cree. No se nos puede preguntar sobre temas de corrupción con implicaciones políticas de miembros del Gobierno que nadie aclara, pero sí hacerlo sobre los efectos macroeconómicos del 11 de septiembre.

Ese tema no es complejo, claro.

Tampoco se puede conocer la opinión de la gente sobre quién puede ser el sucesor de Aznar, aunque seguro que sí les interesará cuando estemos en plena campaña electoral.

Hoy, con la que está cayendo, tampoco se puede preguntar sobre el futuro de la Universidad pública, pero, por poner otro ejemplo, sí puede hacerse sobre asuntos verdaderamente "cuajados" en la sociedad, como son la ingeniería genética, la clonación de organismos vivos o el genoma humano.

Temas populares donde los haya.

A ver si es por esto que el Gobierno nombra a gentes como Ricardo Montoro y a su predecesora en el cargo, Pilar del Castillo, para conducir las instituciones de este país, porque, como todos somos tontos, necesitamos "lumbreras" de este tipo para decidir sobre lo que opinamos, comprendemos y necesitamos.

Qué pena. Opino.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001