Josep Antoni Duran Lleida se afianza como el candidato mejor colocado para encabezar la lista de Convergència i Unió (CiU) en las próximas elecciones generales de 2004, según se desprende de las primeras conversaciones que han mantenido Jordi Pujol y el líder democristiano. Convergència Democràtica (CDC) presidirá por tanto la candidatura al Ayuntamiento de Barcelona y Xavier Trias, portavoz de CiU en el Congreso, será con toda probabilidad, pese a sus iniciales reticencias, la persona que se batirá con el socialista Joan Clos en las municipales de 2003.
Fuentes de la coalición nacionalista confirmaron que en las negociaciones que Pujol y Duran mantuvieron este mes para abordar los cambios de gobierno, ambos dirigentes ya trataron, aunque de forma somera, quizá uno de los puntos más espinosos del pacto de federación, el que obliga a ambos partidos a repartirse las candidaturas al Ayuntamiento de Barcelona y al Congreso.
Si bien ambos dirigentes no tomaron una decisión definitiva, a la espera de futuros contactos y conversaciones con las direcciones de sus respectivos partidos, sí se mostraron de acuerdo en que Unió presida la lista de las generales y Convergència la de las municipales en la ciudad de Barcelona. Esta solución parece idónea para mantener el equilibrio de poder en el seno de la coalición una vez que Duran Lleida ha sido desbancado de la carrera por la sucesión de Jordi Pujol en beneficio de Artur Mas, aupado en enero al cargo de conseller en cap.
Los convergentes han dado su beneplácito a que el líder democristiano encabece la candidatura al Congreso en 2004. A cambio, Duran Lleida deberá emplearse a fondo en la campaña de las elecciones autonómicas, previstas para finales de 2003, con Artur Mas como candidato a la presidencia de la Generalitat, para aparecer ante el electorado como una coalición compacta que ha olvidado ya anteriores rencillas. Duran se presentará como número dos en las autonómicas para dimitir posteriormente.
La operación tiene sus riesgos y despierta ciertos recelos entre las filas convergentes por culpa del calendario electoral ya que, salvo imprevistos, las generales son posteriores a las autonómicas. En el caso de que CiU pasase a la oposición en Cataluña pero sus diputados en Madrid fuesen decisivos para la gobernabilidad, el candidato al Congreso -en este caso, Duran Lleida- podría convertirse en la principal figura política de la coalición nacionalista. Mas quedaría relegado a jefe de la oposición en el Parlament.
Este domingo los dirigentes de Convergència i Unió firmarán oficialmente el acuerdo de federación. A principios de año, Artur Mas será designado candidato a la presidencia y posteriormente se elegirán los candidatos al Congreso y al Ayuntamiento de Barcelona. Para este último puesto, Trias es la persona que despierta mayor consenso en Convergència i Unió.
El líder democristiano y futuro secretario general de CiU se reunió ayer con cerca de 50 entidades de Nou Barris, en Barcelona, en el inicio de una campaña de los nacionalistas para arrancar votos al Partit dels Socialistes en la ciudad y en el cinturón metropolitano. Duran Lleida afirmó que el objetivo de esta campaña es combatir "la prepotencia del poder ferréamente establecido por los socialistas en su cinturón rojo".
De esta manera, el dirigente de CiU lleva a la práctica su idea de "restar fuerzas" al PSC en Barcelona y su área. En el acto, Duran manifestó que el "nacionalismo integrador y no radical" que pregona la coalición "garantiza el proyecto vital" de las personas que residen en los barrios de Barcelona y en su cinturón industrial, que tradicionalmente votan a fuerzas de izquierda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001