La Universidad de Valencia revalidó anoche la mayoría progresista en la elección de los 400 miembros del claustro que en enero tendrán que afrontar la implantación de la reforma universitaria de Aznar. El escrutinio del voto de los estudiantes (108 claustrales) confirma la mayoría del nacionalismo progresista del BEA-Itaca con 38 representantes, y sitúa a Campus Jove, plataforma de izquierdas, como la segunda opción, al crecer de 9 a 23 claustrales.
"Campus Jove ha sido la fuerza con un crecimiento más espectacular, y se erige como el referente de izquierda progresista en la Universidad y en una facultad clave, como Económicas, que es la mayor de España en número de alumnos y titulaciones". Así definía anoche Joan Enric Úbeda el salto experimentado al pasar de 9 claustrales a 23, pisando los talones a la mayoría de que disfruta el BEA desde hace justo 18 años, y que se ha reforzado con 32 claustrales más 6 de Itaca. Marc Cascant, de la agrupación Valencia Universitaria (VU), se congratuló de conservar el tercer lugar con 11 claustrales en total. Miguel Malondra del BEA confirmó al cierre que "el rechazo a la nueva Ley Orgánica de Universidades (LOU) se ha impuesto en el claustro".
Pese a que la participación estudiantil rondó la tradicional horquilla del 14% (de un censo de 49.469 universitarios), la abstención se rompió en facultades decisivas por el número de titulaciones y alumnos como Fisioterapia (35% de participación), Magisterio (33%), Medicina (27,6%) o Física (21,3%), seguidas de Educación, Filología y Matemáticas. La de ayer fue la primera jornada electoral donde el escrutinio del voto estudiantil, complicado por el número de centros y candidaturas (hasta 24) y porque suele hacer bailar los datos durante horas, se hizo por el sistema informatizado Infovot. A las nueve de la noche, una hora después de cerrados los colegios, Infovot ofrecía el escrutinio del 100% de los votos. Los resultados del profesorado y personal de administración se oficializarán el próximo lunes.
La jornada electoral celebrada en la institución académica superior más importante del sistema universitario público valenciano -tanto por su incidencia numérica, como por su impacto sociocultural y científico- adquirió, ayer, un carácter marcadamente decisivo. El resultado y la capacidad demostrada por el claustro para revalidar su talante eminentemente progresista incidirá, en buena parte, en el perfil que tendrá el futuro equipo rectoral que se elegirá el 26 de febrero. Pero, además, de este claustro dependerá también que "el futuro tránsito y desarrollo de la LOU sea un camino de rosas o se convierta en un frente complicado para el Gobierno central, ante el rechazo unánime de los 48 rectores de las universidades públicas españolas a la dimisión de los claustros que exige la reforma de Aznar", coinciden los sindicatos y estudiantes.
Un total de 3.735 profesores, de los cuales 289 son profesores asociados (un colectivo que de aplicarse la LOU en enero verá afectada su ya de por sí difícil contratación estable), estaban convocados para renovar a sus 248 claustrales; y otros 1.607 de Administración elegían a sus 44 representantes en un momento en que la LOU abre la posibilidad de la "privatización de este servicio", según han advertido CCOO, UGT y el STEPV.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001