Esto es una maravilla. Vivimos en un país virtual. O tal vez fuera mejor decir, en un país de cachondeo. El Gobierno ha lanzado una campaña publicitaria cantando las excelencias del tren AVE Madrid-Valencia. Una campaña que al ver los anuncios dan ganas de salir corriendo camino de la Estación del Norte a comprarse un billete de ida y vuelta, aunque sólo sea por darse el gustazo de ir a Madrid y volver en el mismo día para probar las excelencias de tan moderno medio de transporte. Sólo que ese AVE tan maravilloso no existe ni exisitirá, por lo menos, hasta pasados cinco o seis años. Si no más. Porque resulta, y esto ya es de carcajada, que el Gobierno español no considera, ante la Unión Europea, que el proyecto del AVE Madrid-Valencia sea prioritario. Lo que quiere decir que, por ahora, no habrá financiación comunitaria para este proyecto. Sí la habrá, en cambio, por ejemplo, para la línea Córdoba-Málaga y la Madrid-Lisboa. Y uno se pregunta: ¿va a mantener el Gobierno la campaña sobre las excelencias del AVE valenciano-madrileño durante estos cinco o seis años que tardará en entrar en funcionamiento? Pero ¿no nos había vendido el presidente Zaplana, ya va para tres años, que el AVE poco menos que nos esperaba a la vuelta de la esquina? ¿No tenían que empezarse las obras en el 2000? Ahora resulta que ni han empezado las obras ni tenemos financiación comunitaria porque el Gobierno no lo ha presentado ante la UE como un proyecto prioritario. A pesar de ello, desde el ministerio de Fomento se insiste en que tanto el AVE Madrid-Valencia como el corredor mediterráneo (que tampoco se ha presentado con carácter de prioridad ante la UE) son obras "prioritarias", que son "un compromiso del ministro" y que la financiación "se buscará donde sea". Como si se tratase de una financiación de poca importancia. ¿Qué tiene que decir ante esta situación Zaplana? ¿Nos venderá otra ración de humo como acostumbra? ¿No cree nuestro molt honorable que el pueblo valenciano, ese pueblo que tanto le quiere y tanto le vota, merece un poco más de respeto? Pero, ¿qué broma es ésta? ¿Dónde está el tan cacareado "poder valenciano"?
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001