El resultado de la Bienal de Valencia mereció ayer tres calificativos por parte del PSPV: "Inútil, insostenible e injusta". Este partido reclamará mediante una proposición no de ley una auditoría del evento cultural para conocer con exactitud cuánto ha costado y en qué se han producido los gastos. La secretaria de Cultura del PSPV, Isabel Escudero, y la diputada autonómica Trini Amorós realizaron ayer una valoración política tras constatar con "estupor" cómo la clausura de la Bienal se ha realizado con total discreción -en contraposición a los fastos televisivos con que se inauguró- y avergonzadas de escuchar a la subsecretaria de Promoción Cultural del Consell, Consuelo Ciscar, comparar la citada convocatoria cultural con el siglo de oro valenciano. "Es una fanfarronada para partirse de risa", dijo Escudero, que argumentó la valoración negativa del PSPV. "La Bienal ha sido inútil porque no obedecía a ningún análisis o demanda del sector cultural. Ha sido una decisión megalómana de Ciscar y Zaplana", prosiguió la secretaria de Cultura, "Ha sido un despilfarro porque las cuentas no salen, las facturas se están centrifugando, se anunció un patrocinio privado que se desconoce dónde está y para presentar la Bienal han hecho más kilómetros que el Papa". "Ha sido injusta porque ha condenado la música, la danza, las artes escénicas y cinematográficas a las tinieblas", sentenció Escudero. Lo mejor de la Bienal, para las responsables culturales del PSPV, han sido "las actuaciones teatrales de Consuelo Ciscar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001