Pese a estar convencido de que estaba en el mejor momento de su carrera, Antoni Llonch Andreu anunció ayer que deja el arbitraje. Tiene 37 años años y le quedaban cinco temporadas para para llegar a la edad límite para arbitrar partidos de Primera. Pero ha tirado la toalla ¿Por qué? Aludió, ayer en su despedida del arbitraje en un hotel de Sabadell, a "la deshumanización que se vive en el mundo arbitraje". Pero desgranó a renglón seguido algunos aspectos más concretos para explicar su decisión: falta de diálogo entre los dirigentes del mundo arbitral y los colegiados y el escaso entendimiento del mundo del fútbol por parte de los juristas que están en el comité de compétición.
Llonch Andreu puntualizó: "No es un problema de personas.Es cuestión de un sistema que no funciona. Sánchez Arminio no es el culpable. El Comité de Competición dispone de juristas que no entienden el espíritu del fútbol y que a la hora de sancionar, no nos pueden dejar tan desprotegidos ante la opinión pública". La imposibilidad de opinar, es otra de las cuestiones con las que Llonch Andreu no está de acuerdo. "Es un error que los árbitros no puedan hablar a la opinión pública, que no puedan explicar porqué se han equivocado en una jugada y que después vengan unos señores del comité, que actúan de oficio aplicando el reglamento, pero que no entienden el fútbol, porque son juristas y no lo han vivido de cerca para conocer su espíritu", agregó. Todo ello, en opinión del ya ex colegiado que debutó en Primera hace cuatro temporadas y que dirigió su último partido el pasado domingo entre el Sevilla y el Valladolid, "genera dudas y desconfianza hacia los árbitros, que no tenemos ninguna culpa". Según Llonch Andreu, no podía seguir en el arbitraje con la situación existente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001