Las inversiones de las grandes empresas españolas en Latinoamérica continúan proporcionando quebraderos de cabeza a los inversores ante las reiteradas muestras de Argentina de no poder superar la crisis en que está inmersa. Ayer, el riesgo país de Argentina volvía a superar los 3.000 puntos, recuperando los niveles máximos y dando a entender con ello que el último plan de viabilidad lleva el camino de los anteriores.
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La Reserva Federal de Estados Unidos le dio un tono continental a la crisis, al advertir que la debilidad de la economía se ha agravado en octubre y los primeros días de noviembre, al tiempo que la oficina de estadística de la UE anunciaba un crecimiento del PIB de la eurozona en el tercer trimestre de sólo el 0,1%.
Así las cosas, el mercado español se dejó llevar por el pesimismo y las cotizaciones de los grandes valores marcaron la pauta al conjunto. El Ibex 35 cedió el 0,90%, dato que contrastaba con el 0,02% que subió París, el 0,24% que bajó Londres o el 0,31% que perdía Francfort poco antes del cierre. La Bolsa de Nueva York se mantenía en esos momentos con una discreta ganancia del 0,12% que era fruto del convencimiento de los inversores de inmediatas bajadas en los tipos de interés.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió a 1.853,74 millones de euros, 308.437 millones de pesetas, una cifra demasiado alta para una jornada negativa, pero en la que se produjeron numerosas alternativas de signo contrario que llevaron a los inversores a efectuar constantes cambios en sus posiciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001