La nueva Ley de Tráfico entrará en vigor en enero, en plena operación retorno de las vacaciones de Navidad. El texto recibió ayer el visto bueno definitivo del Congreso, tras un debate final sobre la edad a partir de la cual los niños pueden ir de paquete en moto y otro, en apariencia peregrino, sobre quién debe pagar por la muerte de un ciervo, venado o jabalí en caso de atropello. La ley fue apoyada por todos los partidos de la Cámara, salvo IU, formación para la que el asunto de los niños-paquete se había resuelto con una redacción "de chirigota", según expresión de Luis Carlos Rejón.
Más de ocho meses ha tardado la nueva ley en ver la luz, tiempo en el que la subsecretaria del Ministerio del Interior, Ana Pastor, se ha reunido con todos los partidos para acordar hasta el último detalle del proyecto de ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. La última modificación introducida sobre los niños paquetes ha impedido a última hora que el el texto fuese aprobado por unanimidad.
La insistencia de Convergència i Unió en las dos Cámaras ha llevado a introducir un matiz de calado en la prohibición genérica de que los menores de 12 años puedan circular como pasajeros (paquete) en motos y ciclomotores. El artículo 11.4, uno de los más debatidos de la ley, introduce la posibilidad excepcional de que niños mayores de siete años puedan ir en el sillín trasero de las motos, siempre que lleven casco homologado, monten a horcajadas y el vehículo lo pilote alguno de sus padres "tutores o persona mayor de edad autorizada por ellos".
La última modificación introducida por el PP en el Senado motivó una protesta en el Congreso del PSOE, que votó contra la disposición adicional séptima, a pesar de su apoyo global a la ley. Según ese apéndice, en caso de atropello de especies cinegéticas, algo relativamente común en carreteras que atraviesan cotos de caza, se podrán imputar al conductor los daños (el pago del coste del animal) si se demuestra que previamente al atropello incumplía alguna de las normas previstas en la ley, como ir a velocidad excesiva, con lo que se exime a la administración y al dueño del coto. Cada año se producen en España unos 500 accidentes con víctimas por la invasión de animales en carretera.
La ley entrará en vigor en enero, al mes de su publicación, posiblemente la semana que viene, en el BOE, y a partir de ese momento el conductor que cometa tres faltas muy graves perderá el carné -las medidas reeducadoras para eludir esta sanción habrá que reglamentarlas-, el teléfono móvil en la mano quedará prohibido, los ciclistas estarán más protegidos y se podrán inmovilizar los vehículos que emitan demasiado ruido o humo, entre otras medidas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001