La Consejería de Educación ya tiene claro cómo va a cumplir con el compromiso de atender a 10.000 niños más -menores de tres años- en 2004: construirá 2.500 plazas públicas y subvencionará las 7.500 restantes mediante convenios con instituciones privadas. Así lo reconoció ayer el viceconsejero, Juan González Blasco, tras la reunión que mantuvo con la Federación Madrileña de Municipios (FMM) para negociar los nuevos centros públicos en los próximos dos años. El portavoz socialista, Adolfo Navarro, dice que es "un paso hacia la privatización de la educación".
El Gobierno regional tiene el compromiso de atender al 20% de los 156.000 niños menores de tres años que calcula que habrá en 2004. Así lo acordaron unánimemente los tres grupos de la Asamblea (PP, PSOE e IU) el pasado 31 de octubre. Esto supone, en la práctica, dar cobertura en esa fecha a 10.000 menores más que los 21.389 que actualmente acuden a escuelas infantiles y casas de niños (el 13,7% de los niños de esas edades). Pero la Consejería de Educación ha echado ya sus cuentas y prevé construir tan sólo 2.515 vacantes de titularidad pública.
Las 7.500 restantes serán subvencionadas, mediante convenios, a instituciones y empresas privadas. Lo admitió ayer el viceconsejero de Educación, Juan González Blasco, quien resaltó que la moción aprobada por unanimidad en la Asamblea, "obliga al Gobierno a atender el 20% de la demanda potencial, pero no dice cómo", por lo que ha concluido que la fórmula para poder dar una mayor cobertura para este ciclo escolar no obligatorio (en el que 6.000 niños se han quedado sin plaza el presente curso) será "una mezcla de inversión en construcciones y convenios".
Precisamente son las construcciones de centros para menores de tres años la mayor discrepancia que mantienen la FMM y Educación para llegar a un acuerdo sobre las edificaciones escolares en 2003 y 2004. La consejería ha propuesto 27 casas de niños nuevas (que pueden atender a unos 1.215) y otras 13 escuelas infantiles (1.300 vacantes); la Comisión de Educación de la FMM considera necesarias 47 casas de niños y 33 escuelas infantiles.
En el resto de las construcciones escolares y obras de ampliación y mejora se "acercan bastante las dos posiciones", según fuentes de la FMM. La consejería ha propuesto 22 colegios de educación primaria en los próximos dos años, mientras que la FMM considera que serían necesarios 14 más, "pero al menos Educación los contempla en las obras previstas para los años posteriores". La inversión para esos dos años, según adelantó el pasado martes el consejero de Educación, Carlos Mayor Oreja, es de 51.600 millones de pesetas (de los que el 40% deben estar en los presupuestos regionales de 2002) para 272 actuaciones entre nuevas construcciones, mejoras y ampliaciones de las que ya existen.
Traslado a los institutos
El viceconsejero Blasco asegura que las prioridades que ha tenido en cuenta para elaborar su propuesta son trasladar a los institutos a los casi 10.000 alumnos de 15 y 16 años que todavía están en colegios de primaria, cubrir la necesidad de nuevas construcciones escolares en los nuevos barrios previstos y la atención a los niños menores de tres años. "La FMM echa de menos más construcciones en este nivel educativo, pero nosotros tenemos que ser consecuentes con el presupuesto que tenemos, y las construcciones escolares no son sólo ladrillos, sino también los gastos del profesorado", subraya.
Adolfo Navarro, portavoz socialista de Educación en la Asamblea, considera que "la FMM no debería firmar la propuesta de Educación". La razón: "No se prevé cumplir ni de lejos los acuerdos a los que se llegó en la Asamblea. Damos la moción por incumplida. Cuando votamos para que el Gobierno se comprometiera a cubrir el 20% de la demanda, todo el mundo tenía claro que el modelo a seguir era la educación pública", advirtió. Además, en su opinión, los convenios, "aunque son legales", no pueden garantizar el mismo nivel de atención a menores de tres años que se está dando en las escuelas infantiles públicas. "Se trata de un salto gigantesco en la educación madrileña, porque es un paso más hacia la privatización de los servicios educativos", dice Navarro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001