Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Un detenido de 27 años muere en una celda de la comisaría de San Blas

La víctima había sido reconocida siete horas antes en un ambulatorio

Jorge San Martín, un presunto delincuente de 27 años que fue arrestado por agentes de la comisaría de San Blas mientras robaba en el interior de un coche, fue encontrado muerto ayer por la mañana dentro de los calabozos. La víctima había sido reconocida siete horas antes en un centro de salud, y el facultativo sólo le prescribió paracetamol y un antiácido, a pesar de que tenía un hombro fracturado y una úlcera de estómago. Los indicios apuntan a que la muerte fue por causas naturales, aunque la policía espera el resultado de la autopsia.

La sala del 091 recibió sobre las dos de la madrugada de ayer una llamada de una vecina del distrito de San Blas en la que alertaba de que un hombre acababa de romper un cristal de un automóvil estacionado en su calle. Mientras hablaba con los agentes, el ladrón se introdujo en el vehículo y sustrajo algunos de los objetos que había en el interior.

Agentes de la comisaría de San Blas acudieron de inmediato a la zona, pero a su llegada el ladrón había huido. Montaron un dispositivo de vigilancia y lograron detener a Jorge San Martín, que todavía portaba los objetos robados. La comunicante logró identificarlo, por lo que el supuesto delicuente fue conducido a la comisaría. El detenido no opuso resistencia ni violencia a su detención, según señalaron fuentes policiales.

Los agentes le leyeron sus derechos y San Martín solicitó ser visto por un médico, ya que se encontraba mal. Sufría fuertes dolores de estómago, cabeza y un hombro. Los agentes lo montaron en un coche patrulla y lo trasladaron a las urgencias del centro de salud de la avenida de Hermanos García Noblejas, a unos 500 metros de la comisaría.

El paciente ingresó alrededor de las tres de la madrugada en el centro de salud y fue reconocido por un médico de guardia. Éste redactó un escueto parte en el que consta que fue trasladado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y que San Martín le dijo que sufría una rotura en la clavícula derecha desde septiembre y que tenía dolores producidos por una úlcera. El facultativo recetó Dolgesic (un compuesto de paracetamol y codeína) y Almax Forte. La codeína y el paracetamol alivian el dolor gracias a su efecto analgésico narcótico. El Almax es un antiácido de uso muy extendido.

Cena tranquila

El enfermo fue conducido después a la comisaría, donde ingresó en los calabozos. Los agentes le dieron de cenar y le facilitaron las medicinas que había prescrito el médico. Durante la noche, los policías hicieron varias rondas por las celdas y no encontraron nada sospechoso. La alarma surgió alrededor de las diez de la mañana, cuando el policía encargado de despertar a los detenidos y darles el desayuno intentó levantar a San Martín. El agente le llamó varias veces, pero el arrestado no se movió. Cuando abrieron la celda comprobaron que estaba muerto. "Durante las rondas no hemos notado nada extraño, porque el detenido se tumbó de lado, cara a la pared, y se tapó con la manta. De esa forma era imposible que viéramos si sufrió algún problema", comentaron fuentes de la comisaría de San Blas.

Los policías llamaron al Samur-Protección Civil y uno de sus médicos certificó la muerte de San Martín. El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia. La policía espera este resultado, ya que defiende que la muerte se produjo por causas naturales. El detenido, que era drogadicto desde hace varios años, vivía en casa de una de sus abuelas. Tenía 26 antecedentes policiales por delitos contra la propiedad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001