Los joyeros han decidido frenar las graves pérdidas económicas que les causa la oleada de robos y atracos que padecen desde hace más de tres años. Los directivos de este gremio mantuvieron ayer una reunión con responsables policiales y judiciales y decidieron que contratarán seguridad privada para vigilar sus negocios e intentar acabar con los asaltos y alunizajes (empotrar un vehículo contra los escaparates) que sufren.
Los joyeros están "hartos" de que sus negocios sean asaltados a plena luz del día o que, de noche, les limpien sus establecimientos. Este año han sufrido unos 90 robos, que han supuesto unas pérdidas que rondan los 1.500 millones de pesetas. Estas cifras son similares a las del año anterior, según comentó el secretario del Gremio de Joyeros, Armando Rodríguez.
Los joyeros tienen previsto que una sola empresa se encargue de la vigilancia de las 1.400 joyerías de la región. Para ello contratarán vigilantes jurados que estarán presentes en los establecimientos durante "el mayor tiempo posible", según señaló el presidente del gremio, José Luis García Lumen. Esta medida les costará unos 150 millones de pesetas al año, como mínimo. Los empresarios tienen previsto solicitar ayudas a las administraciones públicas, como el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid. "Al igual que otros colectivos, como el de los taxistas, reciben subvenciones, creemos que nuestro sector también debería poder disfrutar de ellas", señaló el presidente de los joyeros.
El inspector jefe de servicios de la Jefatura Superior de Policía, Felipe Nieto, vio "muy bien" la medida: "En estos asuntos es mejor sumar que restar. Eso no supondrá que la policía se relaje o disminuya sus efectivos destinados a prevención o detención".
José Luis Morcillo, inspector jefe de la Policía Municipal, destacó la importancia de la colaboración entre las policías, lo que ha permitido poner en marcha un dispositivo nocturno para intentar acabar con los alunizajes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001