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Lavapiés se convierte este fin de semana en galería de arte

Vecinos y creadores proponen visitar el 'museo' de realidad del barrio

Una visita por Lavapiés como museo de realidades, e incluso como "museo de los conflictos", según algunos de los habitantes del barrio, es la propuesta que un grupo de artistas, coordinados por la asociación cultural Maelström y el colectivo vecinal La Red de Lavapiés, hacen para el resto de ciudadanos de Madrid. Es el antiglamour; algo imposible de vender en folletos lujosos. Lo saben. Pero también saben de la cultura que surge bajo las piedras -nunca mejor dicho con las zanjas y las rehabilitaciones oficiales y privadas- en el barrio más mestizo y castizo del Foro. Y quieren enseñar su esencia, en lo bueno y en lo malo. Desde la mirada crítica al enfoque sentimental.

Con Érase una vez Lavapiés y otros cuentos pretenden que "el arte entre en el terreno de lo social". Una iniciativa que empieza hoy (a partir de las 11.00) y se desarrollará hasta el domingo. Y para que los visitantes se empapen del aroma de ese tejido propio de Lavapiés, se harán rutas por las calles y las casas.

'Tour' de infraviviendas

Esta tarde (19.00) se repasarán los equipamientos sanitarios, educativos y deportivos de la zona. En la plaza de Lavapiés habrá proyecciones y filmaciones constantes a lo largo del día. En el mercado de San Fernando, siete mujeres artistas aportarán su particular visión de este barrio y de otros que han habitado.

Mañana, sábado (de 12.00 a 17.00), los niños y niñas elaborarán un mural de colores en el suelo de la plaza Sánchez Bustillo, frente al Museo Reina Sofía. Al tiempo, se captarán en vídeo sus opiniones sobre su barrio ideal. Pero el plato fuerte del día (a las 18.00) será un tour por infraviviendas, ruinas y casas vacías, complementado por una reproducción itinerante (a modo de carroza expositora) de una "infravivienda tipo" habitual en el barrio. Los autores del modelo pensaban en algo de 20 metros cuadrados, pero un vecino puso las cosas en su sitio: "Eso es un lujo, yo vivo en 15 metros y comparto un baño en el pasillo de la corrala".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de noviembre de 2001