Los operadores de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) pagarán al Estado el 1% de sus futuros ingresos, además de un monto único de 619 millones de euros, según el acuerdo anunciado ayer. Como parte del pacto, Orange (France Telecom) y SFR (Cegetel-Vivendi Universal), los únicos que postularon por una licencia UMTS y la consiguieron en mayo pasado, prometieron invertir cada uno 76,2 millones de euros adicionales en los próximos dos años para llevar la telefonía móvil tradicional (GMS) a las 1.480 localidades de Francia aún no cubiertas.
"Este acuerdo permitirá a los habitantes de todas esas aldeas de Francia tener acceso a la telefonía móvil de aquí a finales del 2003", afirmó el secretario de Estado de Industria, Christian Pierret. El acuerdo, que reduce a menos de la mitad la inversión del Estado para asegurar dicha cobertura, fue alcanzado tras intensas negociaciones entre el Ministerio de Economía y Finanzas y los operadores. El pacto significa una tremenda rebaja del precio (4.950 millones de euros) para cada licencia UMTS que el Gobierno había fijado antes de que se pinchara la burbuja bursátil especulativa del sector.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de diciembre de 2001