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OPINIÓN DEL LECTOR

Lucrarse de El Rastrillo

El funcionamiento de El Rastrillo consiste en un milagro económico por el que, debido a sus fines, el beneficio iguala, si no excede, de la cifra de ventas.

Ello se consigue porque todos los que contribuyen al mismo con sus productos o sus servicios lo hacen gratuitamente. ¿Todos? Pues no; los alrededores del pabellón están perfectamente arreglados, las prohibiciones de estacionar son tajantes y los bordillos se han recrecido, de modo que no existe posibilidad de aparcar libremente en la zona, con lo que los que acudimos a El Rastrillo debemos usar su aparcamiento de pago, propiedad de una empresa municipal que se lucra en 600 pesetas por automóvil de la caridad de los madrileños.

En otras palabras: una empresa municipal establece un fielato a una obra benéfica, sin coste y aprovechándose del buen corazón de quienes desean aportar algo a Nuevo Futuro. ¡Pues qué bien!

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de diciembre de 2001