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La amplia red internacional del español Abu Dahdah

Las conexiones en Alemania de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, español de origen sirio detenido en Madrid y vinculado al terrorista Bin Laden, no terminaban en Mohamed Atta, el piloto suicida que estrelló su avión contra una de las Torres Gemelas, ni tampoco en Said Bahaji y Ramzi Bin al Shibh, que no pudieron volar. Abu Dahdah mantenía contactos en Alemania con Mamoun Darkazanli, Abu Ilyas, al que las autoridades de ese país relacionan con la compra de material de comunicaciones para Bin Laden.

En el Reino Unido se entrevistó con Abu Qutada, líder espiritual de los muyahidines en Europa; con Abu Walid, ahora en Afganistán, y Abu al Haret, representante oficioso de Osama Bin Laden en ese país; y con Abu Bashir, líder de los muyahidines en Bosnia y Yemen.

En Bélgica, con Tarek Maaroufi, dirigente del denominado Grupo Combatiente Tunecino, reclamado por Italia por sus vinculaciones con miembros de un célula que pretendía atacar en ese país a intereses norteamericanos.

En Dinamarca, con Said Mansour, destacado líder espiritual del Movimiento Muyahidin; en Afganistán, con Mustafá Setmarian Nasar, Abu Musab Siri, que vivió con él en Madrid y que antes de volver a ese país era redactor jefe de la revista Al Ansar del GIA argelino. Ahora dirige un campo de Bin Laden.

El contacto en Jordania del español Abu Dahdah era Riad Oqla, Abu Nabil, dirigente de la organización extremista de origen sirio Taliah al Muqatila (La Vanguardia Luchadora). En Turquía, con Mohamed Bahaiah, Abu Khaled, correo de Al Qaeda que tras permanecer en Granada se trasladó a Turquía, de donde huyó al ser descubiertas sus actividades. En Indonesia, con Parlindungan Siregar, que dirige un campo terrorista de Bin Laden con más de 2.000 hombres; y en Australia, con Abu Suhaib, líder islámico. Con el propio Osama se vio en varias ocasiones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de diciembre de 2001