Aunque hay diferencias en la calidad y el rigor a la hora de presentar estos proyectos, lo cierto es que el objetivo primero es el mismo: acercar el arte a un público más amplio del que suele frecuentar las galerías de arte tradicionales. Gracias a estos proyectos, mucha gente le ha perdido el miedo a entrar en una galería o, simplemente, ha descubierto el placer de disfrutar en su casa de un orginal, de artista conocido o desconocido, en lugar de tener que recurrir al manido póster.
Por otra parte, también es una oportunidad para artistas noveles el darse a conocer y han sido varios los casos de artistas que realizaron su primera exposición en uno de estos supermercados.
Relación con galerías
Las galerías no suelen ver con buenos ojos que artistas a los que exhiben también presenten su obra en estas superficies, pero a algunos no les importa siempre que no se produzca una excesiva batalla de precios.
De hecho, son muchas las galerías que se han apuntado a este sistema, presentación tematizada aparte, ofreciendo en estas fechas exposiciones colectivas de obras de pequeño formato y precio asequible. Algunas, como Ismes, en Vilanova i la Geltrú, se ha apuntado directamente al modelo con su Vilamercat d'art.
Los sistemas de venta de arte se han multiplicado en los últimos tiempos. Es posible comprar a plazos las obras en casi todas las galerías; hay una amplia oferta de obra gráfica; se venden o alquilan obras por Internet y también abundan los comercios que combinan venta de marcos y de obra gráfica u original de pequeño formato -como Marc 3, en la Rambla de Catalunya, y Arnau, Taller de Marcs, en la calle de Provenza- que ofrecen exposiciones temáticas o amplias colectivas coincidiendo con estas fechas. Son otros sistemas de comprar arte apto para disfrutar en la intimidad del cuarto de estar, sin arruinarse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de diciembre de 2001