'El dinero está muy bien, pero el chip en el 16º [el golpe que le dio la victoria] no era para ganar dos millones de dólares: era para ganar el torneo y batir a grandes jugadores', dijo Sergio García. Tendrá razón. El dinero no lo es todo, pero es mucho.
Los dos millones de dólares del premio, sumados a los 2.898.635 dólares acumulados en ganancias en el circuito norteamericano, más los 715.287,63 euros ganados por el mismo concepto en el europeo, y todos traducidos a pesetas, según el cambio de ayer, suman un total de 1.028,419 millones de pesetas de ganancias en un solo año, y sólo por premios, lo que convierte al golfista de Castellón en el tercer deportista español mejor pagado. Por delante, Raúl y sus 1.300 millones, y Carlos Sainz, con unos 1.050.
Pero no sólo de premios vive el golfista. Los patrocinios también suponen un pico. García cuenta con cuatro grandes firmas en su nómina: Adidas, que le viste y calza; Titleist, bolas y palos; los relojes Swatch y los programas Microsoft. Entre los cuatro, las estimaciones más conservadoras dicen que ingresa unos 500 millones anuales, que sumados a los 1.000 de ganacias le convierten en el niño de los 1.500 millones, en el deportista español mejor pagado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de diciembre de 2001