Tras diez jornadas disputadas, el Unicaja perdió su imbatibilidad, al sumar su primera derrota de forma irremediable. Conformista y abúlico, como si el parón le hubiera desdibujado la línea meteórica que se marcó al iniciar la competición, el Unicaja no tuvo respuestas al buen juego de un Joventut que ayer tuvo en Maceo Baston a su jugador más sobresaliente. Ayer, para regocijo de la afición verdinegra poco acostumbrada a las alegrías, el alero norteamericano firmó las jugadas más espectaculares del encuentro. Como impulsado por muelles, Baston machacó la canasta malagueña hasta en cuatro ocasiones. El alero sumó 19 puntos y sólo Espil, con 24 tantos, le superó en el Joventut.
UNICAJA 84| JOVENTUT 73
Joventut : Rafael Jofresa (10), Mumbrú (10), Espil (24), Tanoka Beard (13) y Baston (19) -cinco inicial-; Bueno (4), Reale (2) y Dumas (2). Unicaja: Cabezas (3), Berni Rodríguez (2), Mrsic (11), Kornegay (8) y Bennett (13) -cinco inicial-; Sonko (16), Vázquez (5), Phillip (10), Weis (2) y Gurovic (3). Árbitros: Maza, Bultó y Rosado. No hubo eliminados. Olímpico de Badalona: 6.319 espectadores.
Centrado como pocas veces, el equipo de Manel Comas dibujó un encuentro en el que el líder nunca dio sensación de poder cuestionar la autoridad verdinegra. Agarrado a un quinteto en el que el técnico catalán apenas introdujo rotaciones, la Penya tan sólo se dejó impresionar por la aureola del Unicaja en los primeros compases del encuentro. Antes de que acabase el primer cuarto, no obstante, el conjunto verdinegro ya se había percatado del estado comatoso del equipo de Maljkovic y le saltó a la yugular (20-13). Con un juego rápido, muy serio bajo los aros -al descanso, los pivots verdinegros habían capturado 17 rebotes por tan sólo ocho del Unicaja- y siempre presto al contrataque, la Penya se zafó sin grandes aspavientos del conjunto malagueño.
Cuando Bennett, el jugador más despierto del Unicaja, recibió la colaboración de Sonko, el líder de la Liga pareció atemorizar al Joventut (39-37, al descanso). Fue un espejismo. La pausa espabiló al equipo de Comas que , con un baloncesto fácil, siempre bien dirigido por Rafa Jofresa y mejor ejecutado por Espil y Baston, inició el vuelo (71-58) hacia la victoria.
El Madrid, al acecho
El que no varía el ritmo es el Madrid, que solventó sin dificultades su duelo con el Girona (88-73), con lo que igualó al Unicaja en la cabeza de la tabla. Está fino el Madrid, pero eso ya no es noticia. Resolvió el conflicto en el primer cuarto, que cerró con 28-9, y a partir de ahí se limitó a guardar distancias. A Herreros le bastaron 20 minutos para hacer 15 puntos, los mismos que Djordjevic y Lucio Angulo. Debutó Jaumin, que hizo un punto en 12 minutos. La sorpresa la dio el joven Hernández Sonseca, que con el partido resuelto tuvo un papel principal en la fiesta blanca al lograr 11 puntos y cinco rebotes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de diciembre de 2001