Por las noticias que nos llegan, parece que, por fin, se reconoce al arquitecto Antonio Palacios el lugar que le corresponde en la configuración del Madrid más fachendoso. Junto a todo ese otro -de arquitectura fachosa y posfachosa- que hoy bordea la carrera de los madrileños, en sus manifestaciones desde la plaza de Castilla o desde la Ciudad Universitaria, hasta llegar a la Puerta del Sol.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de diciembre de 2001