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Una bomba hiere a Zawahiri, el 'número dos' de Bin Laden

Comandos de EE UU buscan al millonario en Tora Bora

Las fuerzas de EE UU, con el apoyo de guerrilleros locales, parecen dispuestas a registrar palmo a palmo las 40 cuevas fortificadas de la región de Tora Bora, situada 50 kilómetros al sur de Jalalabad, en las que podría estar escondido Osama Bin Laden. "Sí, estamos seguros de que está allí", dijo ayer uno de los comandantes de esta región afgana, Haji Zaman.

Según este dirigente militar, Washington habría alcanzado por primera vez a la cúpula de Al Qaeda. El lugarteniente de Bin Laden, el cirujano egipcio Ayman Al Zawahari, resultó herido en los bombardeos estadounidenses sobre la cercana localidad de Wuchnow, en los que también murió el ministro de Finanzas talibán, Ali Mahmad. Ni el Pentágono ni ninguna fuente independiente han confirmado esta información que, de ser cierta, demostraría que el cerco sobre Bin Laden se estrecha.

Al Zawahari, un rico médico egipcio que abandonó todo para dedicarse al terrorismo internacional, aparecía junto a Bin Laden en el desafiante vídeo que envió a la televisión Al Yazira el mismo día en que empezaron los ataques contra Afganistán.

Hazrat Ali, otro de los comandantes de Jalalabad, una ciudad clave en el sur de Afganistán, anunció ayer a la agencia Reuters que 2.000 guerrilleros locales se disponían a partir hacia la región de Tora Bora para cazar a Bin Laden. "Los guerrilleros ya han salido hacia esta región y mañana o pasado comenzará el combate con los árabes", agregó.

Según la agencia Afghan Islamic Press (AIP), cercana a los talibanes, esta ofensiva de los muyahidin pastunes está apoyada por unos 20 miembros de las fuerzas especiales de EE UU. Pero, como ha ocurrido durante casi toda la campaña de Afganistán, Washington está sobre todo haciendo el trabajo sucio desde el aire, sin reparar ni en gastos ni en víctimas civiles. Los bombardeos sobre la región de Tora Bora han costado la vida a decenas de campesinos de la zona, una información que ha sido negada por el Pentágono pero confirmada por periodistas que han visto a las víctimas en los hospitales.

Tras los espectaculares avances militares que ha logrado la Alianza del Norte en las últimas semanas y el éxito de la Conferencia de Bonn, Washington necesita cumplir cuanto antes los objetivos que se había marcado en esta guerra, que no tienen nada que ver con el futuro político de este país: acabar con los talibanes, que resisten en Kandahar, y capturar a Bin Laden.

La prueba de que la ofensiva terrestre sobre Tora Bora va en serio es que EE UU ha empezado a utilizar la base de Bagram, situada a unos 50 kilómetros de Kabul, donde ha desplegado a unos 250 soldados, para lanzar ataques sobre Tora Bora. Desde allí comenzaron a despegar ayer, según confirmaron fuentes estadounidenses en esa base militar, las mortíferas fortalezas volantes C-130, un Hércules blindado con una gran potencia de fuego diseñado para machacar en tierra a cualquier cosa que se mueva y para apoyar a los soldados en ofensivas terrestres.

[Por otra parte, un marine estadounidense fue ayer herido por bala en el frente de Kandahar y después fue trasladado a un hospital, según informó la cadena de televisión CBS. Anoche se ignoraba si el militar sobrevivió a sus heridas.]

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de diciembre de 2001