En diciembre del año pasado, El País Madrid tuvo la amabilidad de publicar una carta mía en la que me quejaba de la falta de atención de la Policía Municipal para resolver el permanente caos circulatorio que reina en la calle del Alcalde López Casero.
Ha transcurrido casi un año y todo sigue igual: coches aparcados en doble y triple fila, carga y descarga completamente anárquica, atascos y parones continuos, etcétera. Y, como entonces, ausencia municipal poniendo orden. Sigo sorprendido por la pasividad, inhibición e inoperancia de ese cuerpo policial de dudosa utilidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de diciembre de 2001