Además de los problemas que el Ejecutivo ya tiene para lograr sacar adelante los presupuestos de 2002, ayer se encontró con la protesta de colectivos sociales. Representantes de varias plataformas contra la exclusión social, escenificaron ayer en Vitoria una crucifixión frente al Parlamento vasco para exigir que las cuentas del año entrante sean sensibles a sus demandas. En un comunicado, destacaron que las partidas destinadas a Ayudas de Emergencia Social llevan tres años congeladas en 2.500 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de diciembre de 2001