Ramón Zallo (Gernika, 1948), catedrático de la Universidad del País Vasco y comentarista político, ha intentado dejar un testimonio de memoria crítica sobre el 'convulsivo y trascendental' quinquenio 1997-2001 en su libro El país de los vascos. Desde los sucesos de Ermua al segundo Gobierno de Ibarretxe, coeditado por Fundamentos y Alberdania.
El autor, quien recalcó ayer al presentar la obra que no ha habido un periodo de mayor tensión en la reciente historia vasca que el marcado por esos dos hechos, aborda cuatro aspectos que, aseguró, conforman la médula espinal de la situación vasca: los procesos políticos abiertos, la cuestión vasca desde la réplica al patriotismo constitucional, la necesidad de una nueva pedagogía sobre la violencia y sus efectos y la crítica a los discursos ideológicos más enfrentados ('el antinacionalismo y Batasuna').
Zallo incidió en lo que considera 'gigantesca operación inquisitorial' desarrollada contra Euskadi, especialmente antes de las elecciones autonómicas del pasado 13 de mayo y que, a su entender, concluyó con una respuesta de la sociedad vasca a favor del diálogo y contra la violencia. 'La violencia es absolutamente inaceptable, intolerable e ilegítima', dijo y abogó por una renovación de discursos y mentalidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de diciembre de 2001