Unicaja ganó en Polonia su primer partido a domicilio en esta Euroliga. Y lo hizo gracias a Phillip. El ala-pívot salió a la cancha en el tercer periodo en mitad de un partido soso, sin el ritmo y la intensidad que la competición merece. Su equipo daba muestras preocupantes en el juego y en el marcador ante un rival inferior. Como agua de mayo cayó en el parqué y puso las agallas que habían faltado. Demostró que en esto del baloncesto el tamaño no importa. A él no le importó medir dos metros escasos, porque miró a los ojos y sacó los colores a un plantel de gigantones que le sacan más de una cabeza. Era lo que al resto de sus compañeros le hacía falta para controlar y ganar el partido. Gran Phillip.
SLASK WROCLAW 58| UNICAJA 63
Slask Wroclaw: Hawkins (8), Zielinski (15), Adomaitis (6), Fetissov (4), Einikis (7) -cinco inicial-; Tomczyk (11) y Wright (7) y Pacesas. Unicaja: Cabezas (7), Rodríguez (2), Mrsic (11), Abrams (1), Kornegay (1) -cinco inicial-; Sonko (17), Weis (6), Gurovic (3), Vázquez (3), Phillip (12) y Bennett. Árbitros: Dorizkon (Francia), Jovanovic (Yogoslavia) y Chiari (Italia). Eliminaron por personales a Einikis y Abrams. 6.000 espectadores en el Hala Ladowa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de diciembre de 2001