Sigue la polémica sobre las fugas en las prisiones de Cataluña. Ayer trascendió que un interno que cumplía condena en la cárcel Modelo de Barcelona por una agresión sexual no regresó de un permiso de cinco días que finalizaba el pasado sábado. Avelino Otero Robledo, de 27 años, estaba condenado a seis años de prisión y habría cumplido las tres cuartas partes de la pena en junio próximo, lo que le habría permitido obtener el tercer grado.
La población reclusa total en Cataluña, entre penados y preventivos, es de poco más de 6.500 presos. En lo que va de año, 185 penados han aprovechado un permiso para no volver a la prisión, aunque 176 de ellos acabaron entre rejas porque se entregaron o fueron detenidos por la policía.
Otros 18 presos han huido este año de las cárceles aprovechando una salida programada. La última fuga se produjo el 25 de noviembre, cuando dos presos de la cárcel de Quatre Camins se fugaron durante una salida para jugar un partido de fútbol. Los dos huidos fueron Elías Román Arroyal, de 29 años, y Jorge Fusté Vaquero, de 25. El primero se entregó ayer en dicho centro, acompañado de su abogado, quien alegó que a su cliente 'se le cruzaron los cables'.
El recluso cumplía condena por varios delitos de violación desde 1991 y hasta septiembre de 2009 no hubiera quedado en libertad. Hasta ahora había disfrutado de una veintena de salidas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de diciembre de 2001