Los marines de EE UU estacionados en una base militar del sur de Afganistán han comenzado a participar en el asedio del feudo talibán de Kandahar estableciendo controles en las rutas y vigilando los accesos principales a la ciudad sitiada, según confirmó ayer el comandante Jim Parrington de la 15ª Unidad expedicionaria de marines. 'Hemos entrado en una nueva fase de la campaña, en la que se participa en las acciones ofensivas', y añadió que una fuerza de combate 'sustancial' había sido movilizada desde la base aérea que EE UU tiene al sur de Kandahar, cuyo nombre en clave es Rhino.
El comandante no quiso explicar qué tipo de vehículos transporta a los soldados, quienes ya anteriormente tomaron la base aérea sin disparar un solo tiro. 'Los marines estaban emocionados', apuntó Parrington. 'Cada uno de ellos estaba centrado en lo que tiene que hacer', añadió.
Varios testigos han asegurado que durante los últimos dos días numerosos vehículos blindados cargados de munición, agua y comida han abandonado la base Rhino. 'Estamos llevando a cabo operaciones conjuntas con las otras fuerzas de la coalición para poner presión sobre Kandahar', señaló el militar estadounidense, quien añadió que su objetivo es cortar las líneas de comunicación para apoyar a las fuerzas de la Alianza que combaten en los alrededores de la ciudad.
También en las últimas noches numerosos aviones de carga han aterrizado en la nueva base militar estadounidense portando equipos y vehículos. Mientras, varios helicópteros de combate patrullan por los alrededores de las instalaciones militares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de diciembre de 2001