'Hay que comparar estos resultados con cómo estábamos hace no muchos años. Ha habido un avance evidente', afirma el ex secretario de Estado de Educación con el PSOE y catedrático de Psicología de Educación, Álvaro Marchesi. 'Por ejemplo, el estudio sobre el nivel en matemáticas y ciencias en todo el mundo del centro norteamericano TIMSS situaba en 1996 a los alumnos españoles en el puesto 31 en matemáticas (teníamos por delante a todos los países de la OCDE, menos Grecia y Portugal) y en el 27 en ciencias'.
Marchesi dice que 'hay que situar estos datos en una perspectiva temporal' y que hay dos indicadores que influyen en ellos: 'España es el penúltimo país en gasto por estudiantes de la UE en educación secundaria y el porcentaje de ciudadanos españoles mayores de 25 años con estudios de bachillerato es de un 35%, mientras que, por ejemplo, en Alemania es el 81%'.
Este experto añade que, independientemente del estudio de la OCDE, 'es evidente que existen problemas en la secundaria en España y que es preciso modificar el funcionamiento de la educación para enfrentarse a ella'. Sin embargo, a su juicio, 'la centralización de la educación que pretende el Gobierno, mediante medidas para todos como la separación de alumnos y el aumento de las repeticiones de curso, no son las que recomiendan las organizaciones internacionales ni por las que están apostando los países más desarrollados. Todos ellos se inclinan a favorecer la autonomía de los centros, de las regiones, a la flexibilidad máxima del currículo'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de diciembre de 2001