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COLUMNA

Sanchis Guarner

El día 16 se cumplen 20 años de la muerte de Manuel Sanchis Guarner. En la Universidad de Alicante, el departamento de Filologia Catalana, junto al vicerrectorado de Extensión Universitaria, la Facultad de Filosofia i Lletres y el Secretariat de Promoció del Valencià, ha organizado un programa de conferencias y mesas redondas en homenaje al eminente filólogo y ciudadano valenciano ejemplar, comprometido con su pueblo. El pasado martes, iniciamos este ciclo con un acto inaugural al que los organizadores tuvieron la gentileza de invitarme como ponente. En días sucesivos, destacados catedráticos y profesores pasarán por la Universidad para recordar la figura de Sanchis Guarner: Joan Solà, de la Universidad de Barcelona, Antoni Ferrando y Josep Iborra, de la Universidad de Valencia, y los pertenecientes a la universidad anfitriona, Jordi Coromina, Joan J. Ponsoda y Vicent Brotons. De Mallorca, asistirá Aina Moll, la hija de Francesc de B. Moll, con quien Sanchis Guarner colaboró en la confección del Diccionari Català-Valencià-Balear que inició mosén Alcover. Después de mi intervención, se abrió un coloquio y surgieron preguntas sobre la vida y obra del ilustre homenajeado, como ésta: '¿Qué habría dicho Sanchis Guarner ante la creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua?'. Resulta difícil aventurar cuál hubiese sido la opinión de alguien que ya no está entre nosotros sobre un hecho que no llegó a conocer. Mi respuesta, resumida, fue la siguiente: 'Creo que el científico habría opinado que, como autoridad científica, ya estaba la universidad. El ciudadano Sanchis Guarner, sin embargo, el hombre que siempre estuvo por la concordia y el entendimiento entre los valencianos enfrentados, y luchó por ello, habría aceptado la constitución de la AVL si, con ello, se iba a acabar con el llamado conflicto lingüístico, que no era científico, como se sabe, sino político. Él era un hombre de paz obsesionado por 'unir y no separar'. Sanchis Guarner nos dejó cuando posiblemente más falta nos hacía. ¡Veinte años, ya! ¡Qué rápido pasa el tiempo!

fburguera@inves.es

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de diciembre de 2001