La alta comisaria para Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, se sumó ayer a los grupos que, como Amnistía Internacional, piden una investigación sobre la muerte de centenares de prisioneros talibanes en el motín de una fortaleza próxima a la ciudad de Mazar i Sharif. 'Apoyo la idea de que haya una investigación. Hay detalles muy preocupantes sobre los prisioneros, ya que algunos han sido encontrados muertos con las manos atadas a la espalda, y sobre la secuencia de acontecimientos que acabó con la muerte de 600 personas', afirmó.
Cientos de talibanes y de voluntarios extranjeros de Al Qaeda se sublevaron hace dos semanas en la fortaleza de Qala-i-Janghi. El motín fue sofocado con la intervención de aviones de EE UU y de los tanques de la Alianza del Norte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de diciembre de 2001