El calendario ha convertido el puente de la Constitución, o de la Inmaculada, en cuatro días de asueto para casi toda la cúpula del Ayuntamiento de Barcelona y parte de los consejeros de la Generalitat. A excepción del alcalde de Barcelona, Joan Clos, 20 de los 25 miembros del equipo local se ha ido de puente estos días, según la encuesta telefónica realizada el viernes por EL PAÍS.
En el caso de la Generalitat, la situación fue diferente. El presidente, Jordi Pujol, y la mayoría de los consejeros trabajaron ese incómodo día que impidió encadenar cuatro festivos, aunque dos departamentos -Sanidad y Bienestar Social- estuvieron completamente desguarnecidos. En la segunda escala de mando de la Administración autonómica, la mitad de los 74 directores generales acudieron a trabajar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de diciembre de 2001