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La cooperación, el gran tema pendiente del modelo de Estado

El Partido Popular ha decidido contraponer a la apuesta socialista de un modelo federal del Estado la singularidad de la actual configuración territorial de España surgida de la Constitución de 1978. Los populares están elaborando una ponencia para el congreso del partido del mes que viene, titulada El Estado en el siglo XXI: las nuevas responsabilidades, en el que se rechaza frontalmente una reforma constitucional como la propuesta por los socialistas. El PP cree que al modelo autonómico español sólo le quedan por desarrollar algunos flecos, como, por ejemplo, la profundización de los modelos de cooperación entre los Gobiernos central y autonómicos o la reforma del Senado sin tocar la Carta Magna.

El importante desarrollo del Estado de las autonomías ha decidido al PP a situar en primer plano la cooperación entre los gobiernos autónomos. Con una ley de cooperación, que empezará a debatirse en febrero, tratará de apuntalar el Estado de las autonomías y resolver sus flecos pendientes: la reforma del Senado, participación en Europa y descentralización municipal.

Reforma del Senado. La reforma del Reglamento del Senado de 1994 ofrece cauces suficientes para profundizar en su vocación de Cámara territorial sin necesidad de una reforma constitucional. El responsable autonómico del PP, Esteban González Pons, propone tres líneas de avance:

- Acordar con el Congreso que los grandes debates territoriales (Plan Hidrológico Nacional, financiación autonómica, traspasos de la Sanidad...) se realicen en el Senado y que las leyes de vocación autonómica se debatan en la Cámara alta.

- Lograr que los presidentes autonómicos puedan acudir a los debates del Senado, con voz.

- Instituir dos debates sobre el Estado de las autonomías por legislatura: uno al inicio y otro al final. Cada uno de ellos recogería debates sectoriales y un gran debate final sobre cooperación.

Participación autonómica en foros europeos. Las comunidades autónomas han aumentado su presencia en los comités de apoyo de la Unión Europea. El debate político está centrado en la elección de la fórmula de participación autonómica en los Consejos de Ministros de la Unión. El PP prefiere que sea en un organismo multilateral, como la Conferencia para Asuntos Relacionados con las Comunidades Europeas (CARCE), donde se fije la voluntad autonómica y que sea el Gobierno central quien la traslade a Bruselas. La presión socialista y nacionalista ha obligado al PP a aceptar un grupo de trabajo, dependiente de la CARCE, que estudia fórmulas de participación autonómica en el Consejo de Ministros. El PP pone dos condiciones: la cabeza de la representación exterior será del Estado y la fórmula participativa debe lograr un consenso total.

Descentralización local. El desarrollo autonómico ha engrosado el poder de las comunidades autónomas en detrimento de los municipios, que han perdido peso en competencias y gasto. Con la sanidad traspasada a las autonomías, los municipios no llegan a administrar el 15% del gasto público frente al 45% de las autonomías y al 40% de la Administración central.

Cooperación. La gran descentralización de poder a favor de las autonomías requiere mecanismos de cooperación entre sus gobiernos con la potenciación de las conferencias sectoriales. El PP propone también la creación de una conferencia de presidentes autonómicos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de diciembre de 2001