Como buen vasco, el técnico del Deportivo, Javier Irureta, no podía ignorar el viejo y célebre consejo de Ignacio de Loyola sobre la inconveniencia de hacer mudanzas en tiempos de tribulaciones. Tras el desastre de Leverkusen, Irureta varió ayer sus planes sobre las rotaciones en el equipo titular. Sin Liga de Campeones hasta febrero, da la impresión de que Irureta no se va a apartar del adagio ignaciano. Que sólo varíen dos futbolistas en el Deportivo de un encuentro a otro ya es noticia. Y eso fue lo que ocurrió ayer. Sergio y Tristán fueron las únicas novedades en el once inicial.
Las malas sensaciones que transmitió el Valencia -pese a los buenos resultados- en las primeras jornadas de Liga, han tomado cuerpo. Su incapacidad para marcar es muy alarmante: apenas suma 15 goles a favor, tan sólo por delante del Tenerife (11) y Osasuna (14). Y lo que es peor: sigue sin vencer fuera de Mestalla después de ocho encuentros a domicilio. Lo que engorda una pésima estadística de su entrenador, Rafa Benítez, que sólo ha ganado un partido fuera de casa de los 37 que ha dirigido en Primera. Fue el 25 de octubre de 1998, al frente del Extremadura, que venció al Alavés en el estadio de Mendizorroza (0-1).
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'El equipo ha acusado la prórroga del otro día', se justificó Benítez en alusión al partido de la Copa de la UEFA del jueves en Glasgow ante el Celtic, en el que hubo prórroga y penaltis.
'Las adversidades han sido demasiadas', añadió el técnico, en referencia al accidente de coche del delantero Juan Sánchez en la tarde del sábado, que le impidió jugar anoche en Riazor. Sánchez descansaba ayer en su casa y se recuperaba de un esguince en el cuello.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de diciembre de 2001